En una jornada marcada por la tensión, Emilio Pérsico y Juan Grabois lideraron una columna del Movimiento Evita y el CTEP, respectivamente, con la intención de generar disturbios durante el debate de la Ley Bases en el Congreso argentino. Sin embargo, el Protocolo Antipiquetes y la firme respuesta policial impidieron que lograran su objetivo.
Hasta las 18 horas, los manifestantes se mantenían al margen de las veredas gracias al Protocolo Antipiquetes, y los cortes de calles eran mínimos. Pero la situación cambió cuando los piqueteros de los «movimientos pesados» intentaron nuevamente obstaculizar el tránsito.
La respuesta de las fuerzas de seguridad fue contundente, utilizando escudos policiales, la Gendarmería Nacional y un camión hidrante que, por primera vez en el año, bañó a quienes intentaban cortar las calles cerca de la Plaza del Congreso.
Estos incidentes provocaron la retirada del kirchnerismo y la izquierda del Congreso en pleno debate de la Ley Bases. El bloque de Unión por la Patria solicitó suspender la sesión, alegando «represión de Bullrich», pero la moción fue rechazada, y los diputados kirchneristas y del Frente de Izquierda abandonaron el recinto sin lograr interrumpir la sesión.
En las afueras, los militantes de Grabois protagonizaron momentos de tensión al correr a Máximo Kirchner, intentar agredirlo con botellazos y cuestionar la ausencia de La Cámpora en la manifestación. Además, le recriminaron su apoyo a Scioli en 2015, señalando que finalmente, Scioli está alineado con Milei. Estos hechos evidencian la polarización y la violencia que intentan imponer algunos sectores en el marco de la discusión legislativa.