Aclaro que esto NO es una crítica al Determinismo, de la cual se han ocupado grandes físicos, matemáticos y demás pensadores que exceden al campo de la Economía y la Sociología.
Partiré dando una definición de “Destino”; el destino es aquella creencia que presenta un individuo en que existe alguna clase de poder sobrenatural, ya sea un ser externo a esta realidad, el universo mismo o algún tipo de divinidad, que escribió, delimitó, o dictó de alguna manera nuestra vida, la vida de todos los seres humanos y su evolución en el tiempo…
Algunas frases como: “Lo que me pasa, me pasa por una razón que viene a enseñarme algo”, “Nos cruzamos porque venías a enseñarme algo que yo tenía que aprender en la vida”, “No habría podido ser de otra manera”, “Todos venimos a cumplir una misión”, suelen ser una manera de expresar una justificación a las acciones, dejando toda la responsabilidad de sus vidas en manos de un ser todopoderoso que escribió lo que debía pasarnos como si fuéramos el protagonista de alguna historia.
Quiero, dentro de los límites que una nota me permite, desarrollar una crítica corta y simple de las incongruencias que presenta este razonamiento sobre la vida, y particularmente, sobre la acción humana, y la libertad para elegir.
Vamos a suponer que es cierto que lo que nos pasa a cada uno de nosotros está escrito, cada nueva situación que se nos presenta, personas nuevas que conocemos, oportunidades, errores y aciertos están escritos, y nos sirven para cumplir nuestro objetivo en la vida; si cada ser humano, o incluso podríamos decir, si cada ser vivo tiene un objetivo o misión en esta vida y su destino está escrito, entonces no son libres de elegir, de otro modo si existiera el libre albedrío y pudieran elegir libremente existiría una incongruencia, dentro de una historia ya escrita los personajes no pueden tener libre albedrío o dicha historia se vería afectada, alterando así su culminación, cada acción debería estar delimitada y solo podría existir un curso de acción posible; pero esto interfiere con la idea de que todos somos libres para pensar, libres para relacionarnos, etc; solo podríamos vivir inmersos en un universo con la ilusión de libertad.
Desde un punto de vista de la teoría económica y la sociología nos demuestran que en las sociedades humanas existe algo así como una división intelectual del trabajo como lo denominó Ludwig Von Mises, o una división del conocimiento (concepto más amplio) como lo denominó más adelante Jesus Huerta de Soto, esto entre otras cosas nos dice que vivimos en una realidad donde cada acción tiene una consecuencia y esa consecuencia una probabilidad de ocurrencia, cada posible consecuencia de cada curso de acción nos lleva a crear nueva información, información que expande nuevas maneras de realizar las cosas, nuevas necesidades, nuevas preferencias; esto no es más que un proceso social de orden espontáneo, evolutivo, abstracto, no articulable, no diseñado, donde el conocimiento no creado aún, el futuro mismo, es incierto, e incalculable, siendo además la información fluctuante una de las estructuras de información más complejas del universo, denominada dicha estructura como “Cosmos” por Friedrich A. Von Hayek.
Conclusión:
Cada individuo en el mundo actúa, cada pequeña acción que emprende es producto de su ideología, religión, preferencias, contexto actual e intertemporalidad de cada pequeño pensamiento que tiene en el día a día, todo lo anterior dicho, también es a su vez producto de resultados pasados; cada individuo haciendo esto, genera una fluctuación de probabilidades de ocurrencia, cada resultado genera una concatenación de otros resultados, y de este modo, de manera aleatoria se producen las situaciones que obtenemos, a veces parecen hechas a posta, la realidad es que es una mera ilusión, en realidad, no es más que el resultado de una sucesión de acciones, que de manera individual, llevan a que existiendo infinitas posibilidades se genere una especie de efecto mariposa. Podría argumentarse de este modo, que existen infinitas realidades e infinitas dimensiones, con infinitos resultados posibles a cada curso que elija cada individuo y que en relación con las otras infinitas posibles acciones que evalúen tomar los otros, existan infinitos puntos donde se encuentre tangencia, lo que da lugar a infinitas situaciones en la vida de cada uno. Este análisis se ha llevado a cabo desde el campo de la mecánica cuántica e inclusive desde el campo de la neurofisiología como lo hizo Jacobo Grinberg Zylberbaum, mi crítica viene a realizarse desde otro campo de estudio que no se encarga del movimiento o trayectoria de partículas, pero gracias a la probabilidad y la estadística, puede poner en evidencia el ridículo de su concepción.