El índice de riesgo país de Argentina ha experimentado una notable caída en lo que va del año, alcanzando actualmente uno de los valores más bajos desde septiembre de 2020. Esta disminución del riesgo país, un indicador clave para el retorno del país a los mercados internacionales de crédito, se atribuye principalmente a la recuperación de las reservas netas del Banco Central (BCRA) y al superávit fiscal financiero alcanzado en el primer trimestre del año.

Según analistas del mercado, la próxima meta a cumplir sería perforar la barrera de los 1000 puntos básicos, cifras que no se observan desde la presidencia de Mauricio Macri. Aunque la cotización actual del riesgo país es comparable con la de países en guerra, los expertos destacan que todavía dista de presentar valores «razonables».

El riesgo país mide la diferencia en las tasas de interés entre los bonos del Tesoro de Estados Unidos, considerados los activos financieros más seguros, y los bonos del resto de las naciones. Por lo tanto, una reducción en este índice indica una mayor confianza de los inversores en la capacidad de pago de los títulos soberanos argentinos.

Andrés Reschini, economista de F2 Soluciones Financieras, señala que la disminución del riesgo país mejora la calidad crediticia de las empresas argentinas, lo que facilita su acceso a financiamientos más favorables y beneficia a la economía real.

A pesar de esta mejora, los analistas advierten que todavía falta camino por recorrer para alcanzar niveles «razonables» que permitan a Argentina volver a acceder a los mercados internacionales. Sin embargo, destacan los avances realizados en los últimos meses y la necesidad de mantener las políticas fiscales y monetarias actuales para continuar en esta senda de mejora.

En términos de comparación internacional, Argentina aún se encuentra por encima de otros países emergentes en términos de riesgo país, pero la tendencia a la baja es un indicio positivo para la economía del país.